Encontramos este maravilloso libro en la sección de higiene en general –nótese la ironía–, higiene y salud personal de la biblioteca José Luis San Pedro, del barrio de Chamberí. Con el seductor título de El Agua de la Vida su autor nos insta a bebernos nuestra propia orina como «solución a todas las enfermedades».
Este libro fue escrito por J.W. Armstrong en 1944, y se considera el libro fundador de esta terapia alternativa. Una de las referencias para este autor es el Susruta-samhita, un tratado sánscrito –siglo III– de la medicina ayurvédica:
Para neutralizar los efectos de dos venenos diferentes en el organismo se debe tomar orina de asno. Es fuerte, de agradable sabor, y ha demostrado ser curativa en casos de disentería crónica. Es un vermífugo y somete los humores vaiu y kapha. La orina de un camello resulta beneficiosa en casos de lepra, edemas, hidropesía abdominal, demencia, gusanos en los intestinos, hemorroides y enfermedades debidas a la acción de un humor vaiu desquiciado. La orina humana es un potente antiveneno.
Súsruta-samjita, 45
Como imaginaréis los conocimientos científicos han evolucionado mucho en los últimos 2000 años. Por ejemplo, en este libro se atribuye la causa de la contracción de la lepra a «haber matado a un sacerdote, a una mujer o a un familiar, así como por haber realizado actos de impiedad». En pleno siglo XXI este tipo de afirmaciones no tienen ningún sentido. Ya en 1874 se descubrió que la lepra es causada por una bacteria. ¿Cómo hay gente que aún sigue siguiendo estos principios?
Volviendo a la orina, la realidad es que no hay ninguna demostración científica de que ésta cure ninguna enfermedad. Incluso su uso en el caso de picaduras de medusa no pasa de ser una leyenda urbana. De hecho, hasta se llega a desaconsejar beber orina en cualquier manual de supervivencia –como por ejemplo en los United States Army Field Manuals– debido a su alta concentración salina. Beber orina durante un largo periodo de tiempo hace aumentar la concentración salina en el interior de las células, que para regular esta concentración de sal en su interior pierden agua. Esto puede provocar diarreas y exponer al sujeto a una deshidratación que puede ser fatal. Ocurre lo mismo que cuando bebemos agua de mar.
Más que en la sección de higiene este libro tendría un lugar más adecuado en una sección dedicada a terapias alternativas o pseudoterapias dentro de una biblioteca pública.
https://en.wikipedia.org/wiki/Urine_therapy